La
leche materna tiene la concentración más alta de vitaminas y hierro de fácil
absorción la cual será suficiente una vez que su bebé comience a alimentarse
con cereales enriquecidos con hierro a partir de los seis meses de edad. Un
bebé sano alimentado por una madre sana no necesita ningún otro complemento
vitamínico o nutricional, con la excepción de la vitamina D. La leche materna
contiene cierta cantidad de vitamina D, la cual es producida cuando el cuerpo
se expone a la luz solar. Sin embargo, la exposición al sol incrementa el
riesgo de daño a la piel, así que recomendamos a los padres a exponerse al sol
lo menos posible. La AAP recomienda que todos los bebés que se alimentan con
leche materna comiencen a recibir complementos de vitamina D durante los primeros
2 meses y continúen hasta que el infante beba suficiente cantidad de fórmula o
leche enriquecida con vitamina D (después del primer año de vida).
La
Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda que los niños alimentados con
leche humana reciban suplementos de vitamina D desde los primeros días de vida
y continuarlos hasta que el niño consuma suficiente leche fortificada con
vitamina - D (luego del primer año de vida).
La
fórmula contiene la combinación adecuada de vitaminas, incluyendo la vitamina D
para el bebé, así que los suplementos vitamínicos generalmente no son
necesarios. La fórmula enriquecida con hierro se recomienda para los bebés
durante su primer año de vida y debe contener aproximadamente 12 miligramos de
hierro por litro.
El
agua, los jugos y otros alimentos suelen ser innecesarios durante los primeros
6 meses de vida del bebé. La leche materna o la fórmula proporcionan todo lo
que un bebé necesita hasta que empiece a comer alimentos sólidos. Hable con su
doctor si usted tiene preguntas sobre cómo alimentar a su recién nacido.
Revisado
por: Mary
L. Gavin, MD
Fecha
de Revisión: septiembre de 2011